¿Los 50 en el 2012?

Para los que vivimos en León (que no quiere decir que seamos de aquí, ok?): ¿Sabéis cual es ese local nuevo que hay cerca de la Comisaría, de batidos y hamburguesas? Si lo conocéis sabréis que se llama Tomy Mel's y que es una hamburguesería que imita el ambiente de un Dinner americano de los 50; y si no lo conocéis, ya os habéis enterado.

Fui el viernes pasado a merendar allí con unas amigas (a las cuales agradezco su paciencia por aguantarme) y me pareció que era lo suficientemente interesante como para narrar la visita en el post. Debímos de llegar al Tomy Mel's a las seis, y nada más entrar se nos acercó un camarero (porque debía de serlo, aunque por su uniforme con la camisa azul turquesa chillón, parecía que entrabamos en una bolera) y nos preguntó que si veníamos a merendar, sí , pasad a aquella mesa de allí, ah vale gracias, ahora os traigo la carta de batidos, genial no hay prisa. El local estaba casi vacío a excepción de un par de mesas. Observé el ambiente...canciones de Grease (musical de los 50, para quien se esté preguntando qué demonios es eso, que por cierto viene a ser gomina o grasa en español), letreros con letra inclinada a la derecha (que era la moda en la época), suelo a cuadros negros y blancos (como si fuéramos piezas de ajedrez en un tablero gigante), barra y mesas con colores pastel  (rosas, azules y verdes turquesa) y camareras con uniforme rosa, minifalda y unas Converse rosas (como no) como si las hubieran llevado puestas todos los días desde la muerte de Elvis. Y por supuesto, una inscripción con letras recubiertas de lucecitas que decía "Salva el mundo....es el único planeta con chocolate y nata" en inglés.

Nos trajeron las cartas...en inglés, vaya sorpresa. ¿Qué trabajo les costaba poner, en vez de "Milshakes de Luxe" "Batidos de muerte" ? (aviso: no es una traducción literaria, me la he inventado). Yo aposté por uno de fresa, por un lado pidieron 3 de chocolate y dos de vainilla, bueno no, ponme mejor uno de fresa. Debieron de tardar como 15 min. en llegar, pero cuando llegaron....sé que voy a exagerar un pelín esta parte. Eran el helado de bola de toda la vida solo que batido y puesto en un copa. Traducción: maldito sea el minuto en que se me acabó el batido (porque tardé menos de una hora en acabarlo, a pesar de que era grande). Para tomar un poco el pelo al camarero y ver si estaba metido de verdad en su papel de camarero americano de los 50, le pedí que si podía anunciar el cumple de mi amiga por el micro que había visto a la entrada, que cumplía 14 años y a la pobre le hace mucha ilusión, ¡pero Carmen, qué dices, ni hablar!, ¿por el micro? sí, claro no hay problema, ¿qué decías Elisa?
Luego trajeron las cartas de las hamburguesas y demás (in english, of course) y después de 10 min. para decidirnos, pedimos. En realidad yo había estado tan centrada en mi batido de fresa que no tenía la cabeza ni para traducir algo como "Top Cheese" así que señalé una a boleo mientas volvía con mi batido. La verdad, me esperaba algo descomunal, una obra de arte y lo que llegó fue dos tozos de pan circulares de toda la vida con unas rodajas de tomate, cebolla, lechuga, mayonesa untada y dos lonchas de pollo a la parrilla. Se ve que en los 50 no tenían pan de hamburguesa. Esa era la mía, una Tweety Chicken. En la mesa lucían dos Clasic, una Viva las Vegas (única con título en español y la favotita de Elvis (supongo que Presley), o eso decía el menú.) y otras dos Atomic (carne más una mezcla de chili y queso gratinado).

Cuando reparé en la existencia de un bote de kepchup, otro de mostaza y otro de mayonesa, no pude evitar abrir la tapa de pan y convertir la Tweety Chicken en una "Carmen's: keptchup+mostaza+mayonesa". Y todos contentos. Fui la única que la acabé; hubo algunas que dejaron media hamburguesa y luego ya, volviendo a nuestros tiempos de tonterías en pandilla,  trituramos carne que mezclamos con keptchup, batido de chocolate, queso gratinado, chili, sal, azúcar (se nos cayó medio frasco por un tembleque en el pulso provocado por la emoción de ver aquel Picasso en 3D) y migajas de pan. Luego nos entraron los remordimientos y tapamos la obra de pop art de los 50 con media tonelada de servilletas de los 50.

El resto es sencillo: no dejé que nos marcharamos hasta que anunciaran el cumple de mi amiga Elisa por el micro (para esas el local ya se había llenado y tuvimos que esconderla debajo de la mesa para evitar miradas y que alguien descubriera nuestro pop art) y, por supuesto, que llegase la cuenta. Nos despedimos de la dueña, muy maja por cierto, y prometimos volver.

Y si alguien me va a preguntar por el precio, diré que no es caro ni barato porque, al fin y al cabo: no es lo mismo comer una hamburguesa que comer una hamburguesa en los 50 americanos.

Espero que os haya gustado, saludos. Carmen