sábado, 30 de marzo de 2013

Atrapados en un ascensor francés.

Parque temático Vulcania
Hola queridos/as lectores/as!!! Here I am! Je suis lá! Aquí estoy! En efecto, tal y como lo parece, he vuelto de Francia sin ningún problema para teclear (ni de ningún otro tipo, por cierto). La cuota de peligrosidad que alcanzo el viaje fue quedarse 45 min (ya ves tú) encerrada con otras 9 personas en un ascensor (un ascensor francés, claro). Fue un episodio muy pintoresco.
Centro de Albi.
Al principio no nos lo creímos, obviamente; ¿qué le habíamos hecho nosotros al cosmos para que nos castigara con aquello? Nada, llegar tarde, si acaso. Luego empezamos a asarnos. Llevábamos los abrigos y las mochilas puestos, pero pronto los tiramos al suelo, más por desentumecer los brazos que por ser prácticos. Toqueteamos todos los botones del cuadro de mandos y saltamos un poco para ver si podíamos desatascarlo. Nothing. Ahí fue cuando empezamos a gritar. SOCORRO, HELP, AU SECOURS. Parecíamos los niños cantores de Viena, todos a coro y con el pánico en el alma. Lo peor era que estábamos retrasando la excursión y la salida para el destino más codiciado: un parque temático de simulaciones en 3D. Mientras nos martirizábamos por nuestra maldita suerte, oh milagros, oímos una voz al otro lado. Eran nuestros compañeros, que muy eficazmente avisaron a nuestra profesora (y tutora, bronca doble :$). Sí, estábamos todos bien. What's? ¿Más de media hora en sacarnos de aquí? ¿Pero estos de verdad que son franceses? ¿No habrá alguno que vista de torero? Entre tanto que esperábamos a los Salvadores Franceses, caímos en la cuenta de que no podríamos esperarlos mucho más tiempo, porque moriríamos de inanición, asfixiados como peces. Allí el aire ya olía a las McChicken del día anterior. Pánico. Que no cunda. No cundió. Al menos teníamos dos botellas de Coca-Cola Cherry (prohibida en España) y algunas ristras de salchichón y embutido. Nos salvó el españolismo.


Vista de Albi.
 Nos pusimos cómodos, apiñados en centro para no interferir en ninguna célula de estas invisibles de las puertas. Muchas escenas cómicas se pueden contar de ese momento, pero yo solo contaré la realidad. Hasta llegamos a calcular nuestro peso total con la calculadora del móvil (que funcionaba, curioso), y nos sobraban 50 kilos. Pero, bueno, ya se sabe, eso era aproximado, por decencia todo el mundo se quitaba algo, y tirando de un lado y otro...pues igual nos sobran solo 5 kilos. Hicimos colecta de relojes y los enterramos en el fondo de una chaqueta, porque nos ponía de los nervios ver pasar el tiempo hasta que empezásemos a boquear como un lubina con cara de besugo. Creo firmemente que era eso lo que pasaba por la mente de todos, a pesar de que nadie lo dijera. Dimos cursos express de relajación respirando despacito, cogiendo aire por la boca durante 5 segundos, mantenerlo 2 segundos, expulsarlo por la nariz durante 5 segundos (ABC de pre-examen de mates); y hasta me ofrecí a contarles historias. Sin duda, lo que más pena nos daba era gritar "¿Hay alguien ahí"?, y que nos respondieran, con toda la jeta del mundo: "No". Eso nos destrozaba la moral y nos perdíamos en paranoias acerca de gente encarcelada en ascensores, a su vez encarcelados en el hueco del ascensor (pánico de Psicosis).
Vista de Burdeos.
 Acabamos por sacarnos fotos desde una esquina del ascensor bajo el título de "Atrapados en el ascensor". Cuando un electricista (o lo que fuera) nos sacó de allí, poniendo esa cara de asombro y negando como quién ve una patera llena de inmigrantes (se nota que era francés), entonces y solo entonces, salimos escopetados a hacer el Saludo al Sol de los budistas. Bueno, al sol, la acera, el bus, la papelera, el hotel, la maleta...da igual, el aire fresco era una bendición, y mira que estábamos al lado de un polígono industrial. Y, vaya con los franceses, hasta nos dieron un vaso de agua gratis y todo, debió de ser que nos vieron con cara de desmayarnos en el mismo recibidor de su hotel, y no es cuestión de mancharlo todo con españolitos.

Rue Sante Catherine (Burdeos).
Y más o menos así nos fue el viaje. Con un cartel que ponía "Aquí españoles rebajaos". Bueno, tenéis que entender que se notaba mucho: los franceses/as eran todos armarios de metro noventa, rubios y con cara de ser los ricos del barrio. Nosotros eramos todos morenos, la mayor parte bajitos y regordetes (ole la dieta mediterranea); y si acaso llegaban a preguntarnos si espagnols o italiens. No, ya se nos notaba la falta encanto italiano (nosotros con carita de huerfanitos).
Museo Michelín.
Buenos gritos se llevaron también los franceses por su ignorancia. Con un francés que nos cruzamos por la calle y nos paró para decirnos "Espagna, ulé, ulé", le respondimos muy cortesmente "Gui, gui, Espagna". Pero es que le pilló el gustillo ha hablar con nosotros y siguió con un "Zapatero, Zapatero...euh, euh, Jean Carlós..euh, comment le otre?, oui, oui, Letiziá, Letiziá." Zapatero, Jean Carlós y Letiziá. ¿Pero qué estamos haciendo con nuestra reputación? Le solté un
"Sí, sí, olé, comemos en vajilla de plata, el Rey es mi vecino, y nos llamamos todos Lolita y Manolo." Qué queréis que os diga. Llegué a casa y le dije a mi madre "S'il vous pláît, où sont les toilettes?". By Carmen:D
 Pd: cuando tenga las fotos pasadas a presentación como las de Barcelona, os las dejaré con toda la información. De momento os dejo un esbozo de los pueblos que vimos (mú bonitos todos, eso que no falte)
Collongues la Rouge en una pintura de un pintor autóctono
Vista de Conques.
Mercado de Sarlat.


Vista con catedral de Clermont-Ferrand.
Place de la Liberté (Sarlat)




viernes, 22 de marzo de 2013

¿Amor? Roma al revés.


Hola queridos/as lectores/as!!! Aquí me tenéis, solo abstractamente porque supongo que mi yo físico estará en Francia (mi yo espiritual es omnipresente). Aquí os dejo mi relato de la tercera sesión de Cartapacio, la cual nos llevó una linda tarde hablando y leyendo acerca del amor...No, mantengo mi aversión a los clásicos de Romeo y Julieta. Pero no me he podido resistir a un crimen pasional. By Carmen:D

¿Amor? Roma al revés.
¿Febrero? En febrero le conocí, en febrero me enamoré de él, en febrero empecé a odiarle y en febrero planeé matarlo  Pero no me juzgues por eso, yo le quería. Era perfecto. En realidad, todo había sido demasiado perfecto, demasiado visto, monótono. Pero para mi y cualquiera en mi lugar aquello no era monotonía, sino un crisol de sensaciones nuevas y un delicioso hormigueo en los pies y las manos. Cuando me dí cuenta de que contenía el aliento cada vez que le veía, supe que ya no había marcha atrás. Creo que nos enamoramos a la vez, así que todo fue muy rápido. El domingo de la primera semana de febrero me dijo que me quería y fui la chica más feliz del mundo. Yo no me atrevía a decírselo, pero él parecía estar seguro de saberlo.
La segunda semana de febrero fuimos juntos al cine. Lo nuestro ya era oficial en la facultad y no se hablaba de otra cosa. La noticia debió de sorprender mucho, nadie se esperaba algo así de mi. Por curioso que parezca, no recuerda nada de aquella cita, solo un halo de felicidad nublando todo lo demás. Y es que lo demás no importaba para nada, solo estábamos nosotros.
Fue al principio de la tercera semana cuando algo cambió. No, me equivoco, no cambió nada, tan solo fue que vi las cosas de otra forma. Porque le vi con ella. Le quería, me quería, ¿por qué entonces? ¿Acaso me había mentido? La ira me cegó. Sobre todo porque fuera ella. Una chica sin muchas luces, como cualquier otra. Rubia tenía que ser. No sé muy bien por qué, no dije nada. Ni siquiera a mis amigas. Me sentí despreciada, impotente ante aquel engaño. No tuve ánimos ni para comprobar que era realmente lo que me parecía. Daba igual, el odio me reconcomía como remedio a la desesperación y la tristeza. ¿Qué por qué hice aquello? Pues aún no estoy muy segura. Tal vez tú hubieras hecho lo mismo. Yo solo quería matarlo.

La cuarta semana fue consagrada al plan y su realización. Seguí viéndole de forma normal, cruzábamos las mismas palabras cariñosas de siempre. Investigué sobre los venenos más efectivos. Pero me pareció poco. Yo no quería cometer un crimen  yo quería vengarme. Después de él iría a por la rubia, desde luego. Decidí devolverle todo su amor con unas cuantas cuchilladas. Entonces se me antojó demasiado pringoso, necesitaba algo más sofisticado. Y lo encontré. Le quitaría el aliento con el que me dijo que me amaba, le ahorcaría. ¿Dónde? Las tétricas escaleras de su casa eran el sitio perfecto. Eran la única manera de subir a su piso, ascender por esas escaleras de suelo frío y desigual. En una de todas las vueltas que daban había una viga en el techo muy oportuna.
Primero, subiría a buscarle domingo por la mañana. Le despertaría con cualquier excusa. Me empeñaría en desayunar con él. Una droga relajante disuelta en su café me vendría muy bien para llevarle hasta las escaleras. No me importaba cómo de complicado fuese el plan, con tal de verlo allí muerto. Y todo porque aún lo quería.
El último día de febrero, el día de mi venganza  llegué muy tranquila y sonriente a su piso. Abrí la puerta con mis llaves. El silencio de la casa no me sorprendió, pero sí la brisa helada que me golpeó según entré. La gran ventana del salón estaba abierta de par en par. Él no estaba por ninguna parte y encima de la mesa había una nota que decía: "He salido por la ventana."
No hizo falta que me asomase para confirmarme que, allí abajo, estaba su cuerpo tirado y con pinta de tener muchos huesos rotos. Me enfadé con él porque se hubiera suicidado sin avisarme, y más cuando yo iba a matarlo. De todas formas, tampoco me esperaba que la rubia fuese su hermana, que había venido a la ciudad para visitar a su hermano mayor. En realidad, los dos eran rubios, pero durante ese mes me enteré de muy poco. Es lo que tiene enamorarse.
                                                    PUNTO FINAL

domingo, 17 de marzo de 2013

Santoral científico.

Hola queridos/as lectores/as!!! ¿Cómo os trata la vida? Yo no le permito que me dé ninguna mala noticia, conmigo solita para ponerme histérica tengo bastante. A todo esto, hoy es domingo de nuevo y por última vez. Me explico. Mañana (lunes de Pereza) tengo los dos últimos exámenes (espero, por el bien de este mundo...) y luego, ay luego. Luego la casa por la ventana, porque para cuatro míseros días que me quedan de clase, creo que los aprovecharé escribiendo relatos (llevo la tira sin aplicar tinta en papel con un fin literario). Mi idea es hacer en ese tiempo la reseña de "Rebeldes", la lectura obligatoria de Literatura de este trimestre. Qué deciros además de que me ha encantado. Bueno, cuando veáis la reseña irá complementada de la reseña de la película, así que paciencia.
El viernes (viernes de Sonrisas), servidora se escapa a llevar su arte natural de narrar impunemente la vida y sus trapos sucios, y para ajustar más,  se escapa a Francia. En efecto queridos/as lectores/as, por aquellos lares me tendréis parlando esa lengua me tanto me chifla y llevo estudiando desde 5º, incluida Escuela de Idiomas. La Francia profunda, y concretamente los franceses y francesas de vacío lingüístico español profundo tendrán que darme indicaciones precisas y hablando cristiano, silbuplé (s'il vous plaît, que algo de francés sí que sé) acerca de donde esta tal o cual sitio. Mmmm...¿vosotros también veis los neones chispeantes y los carteles del film? "Terror en Francia".
Pero, y tenedlo presente, con la mochila a la espalda. Nada de tren o avión, ni la comida, ni las entradas ya puestos. ¿Es que acaso hay algo más emocionante y benigno para unos cuantos (28) chavalejos asilvestraos de 15 años, que pelear todos los días por tener algo que llevarse a la boca y saber lo que es pasar la noche en un bus como sardinas en lata? Lázaro de Tormes me suplicará unas clases expres de supervivencia alimenticia, y la NASA investigará como cápsula espacial los autobuses repletos de personitas dormidas, con la piel azulenca por la fantasmagórica luz y los primeros síntomas de hipotermia porque, qué demonios, en los autobuses de noche hace un frío del carajo. No hay nada como un instituto público español para lanzarse a ver mundo, en serio, sin ironía :).

Para que sobreviváis sin mí el blog sobreviva sin mi, dejaré relatos o entradas programadas, y a la semana o antes estaré ya de vuelta (y de vacaciones;). Pero todavía estamos a hoy, domingo de nuevo (domingo de Hoy Toca Helado De Postre En Mi Casa) y quiero contaros una cosa, cosa similar a las extrañas deformaciones de mi libro de Música. Mirad una cosa y decidme de qué estoy hablando:

San Actinio, San Torio, San Protactinio, San Uranio, San Neptunio, San Plutonio, San Américo, San Curio, San Berkelio, San Californio, San Eistenio, San Fermio, San Mendelvio, San Nobelio, San Laurencio, San Lutecio, San Iterbio, San Tulio, San Erbio, San Holmio, San Disprosio, San Terbio, San Gadolimio, San Europio, San Samario, San Prometio, San Neodimio, San Cerio, San Lantano, San Ununoctio, San Ununsptio, San Ununhexio, San Ununpentio, San Ununcuadio, San Ununtrio, San Copernicio, San Roetgenio, San Darmstadtio, San Meitnerio, San Bohrio, San Hassio, San Seaborgio, San Dubnio, San Rutherfordio, San Wolframio, San Tántalo, San Hafnio, San Renio, San Osmio, San Iridio, San Bismuto, San Astato, San Telurio, San Antimonio, San Circonio, San Niobio, San Molibdeno, San Tecnecio, San Rutenio, San Rodio, San Cadmio, San Vanadio, San Escandio y San Manganeso.

Genial lo de leerlo de carrerilla, muy buena idea, oye. Ahora meteos una magdalena en la boca y probad otra vez. Igual si os digo San Hidrógeno ya caéis. En efecto, esta es la Tabla Periódica, excepto sus elementos más conocidos. Y ahora decidme, ¿a vosotros os parece justo que se deba aprender todo este santoral? Si a los bancos les dá por colarlo en sus calendario, todos diríamos "Anda mira, hoy es San Seaborgio, voy a mirar en mi agenda a ver a cuantos Seaborgios conozco para felicitarlos. Ni lo intentes, es que ni aunque tuvieras el Facebook más popular del país. Yo, desde este humilde sitio, hago un llamamiento para la quema pública de todos estos elementos restantes, para que la Tabla (Cuadrada) pase a tener....20 elementos. Por lo menos, así a mis compañeros/as (y tal vez a mi)  les cabrían los 20 en una sola chuleta. Algo avanzaríamos, digo yo. By Carmen:D

domingo, 10 de marzo de 2013

Requiem por Little Frankestein.

Hola queridos/as lectores/as!!! Y un domingo más estamos aquí todos reunidos, por el poder de Blogger que me ha sido concedido, para hablar de este mundo y el otro, si es que solo hay uno más. Bien, un hecho ha puesto un punto y aparte en lo que pensaba contaros, y me he debatido durante quince segundos en si preferiríais leer una reseña, un relato de Cartapacio o un esquela. Me he quedado con la esquela.
Mis patos se parecen a estos:)
Vosotros/as sabéis, o no, la gran afición que tengo yo a poner nombre y dar vida a cualquier cosa/bicho/objeto, trastorno achacable a la falta de otras cosas en las que perderme, como por ejemplo la ausencia de móvil de última generación con todas las cosas que se te antojen y las que no. Yo me muevo por el medio terrestre con mi cabeza como única arma contra el aburrimiento, ya que mi querido Patata (Patata es mi móvil, creo haberos hablado de él hace mucho. Bueno, sigue igual de insignificante y problemático que siempre) se niega a comportarse como un móvil normal y llamar a quien yo quiero llamar. Es triste vernos discutir por algo tan superficial como un mensaje mal mandado :(
Por continuar ilustrándoos sobre mis propiedades inertes, sabed que, al contrario que Patata, Mariluz es una lámpara excelente y lleva alumbrándome la lectura desde hace mucho, muchísimo tiempo. Al libro de Matemáticas le he pedido el divorcio a gritos en medio de clase, porque ya no lo soporto. Desde que me lo olvidé debajo de una ventana abierta y con tormenta (yo mantengo que fue un accidente, pero él asegura que fue un accidente en mi plan de asesinato que siguiera vivo) se ha vuelto de un mutismo insoportable. Creo que se le están borrando los números y las pocas palabras (la mayoría escritas por mi) que tiene, por culpa de la tormenta.Por cambiar de tercio, los patos que hay en el parquecito público de camino a mi instituto, el pato Moliere y la pata Maria Antonieta, son de lo más sociables. Hace unas semanas que los echo en falta, pero recorrer todos los parquecitos públicos de León me parece demasiado trabajo. No, no es que por aquí sean unos frikis de poner parquecitos públicos, pero aún así es un tute, así que ya aparecerán.

Pero si de todos ellos tengo que elegir a uno, ese es el que hoy nos ocupa. Little Frankestein. Echadle un poco (mucho) de imaginación y adivinaréis que se trata de mi mochila. Mi difunta mochila. Era una buena mochila, siempre dispuesta a reventar cargando estúpidos libros (los libros de lectura los suelo llevar en la mano). Una buena mochila...ay. Toda pintada, a flores, con todos los símbolos de la paz y smiles que os podáis imaginar. La pinté entera con rotuladores en una clase de MAE. Aquella mañana llovió y todos los colorines se corrieron, quedando como un manchón, pero un manchón multicolor al fin y al cabo. Luego, allá por abril, se le rompió la primera costura. Siempre se rompía por la cremallera. Yo nunca fui de coser, ni siquiera sé sostener una aguja de manera segura, pero por ella haría cualquier cosa. Dos, tres, hasta cuatro veces la cosí, y de todas las operaciones salía con muñones de tela, grandes hilos colgando y alguna que otra grapa cuando ya perdía la fe en mis nulas habilidades manuales. Reconozcamoslo: daba pena, parecía que se había usado desde que comencé la Guardería. Pero explicar el cariño que yo tenía a aquel saco de tela áspera era difícil, y más difícil todavía, entenderlo. Por eso pasó a llamarse Little Frankestein, hasta añadí una pintada más con su nombre.
Esto pincha, ok?
Al acabar el curso, concretamente a la vuelta de Barcelona, desapareció. Mi madre dijo que la había llevado, junto con mis libros de cuando era niña, a una ONG de cosas donadas a niños pobres. Por mi chapó, porque lo que sea por solidaridad y para los niños pobres, aunque sea Little Frankestein, deben de quedárselo los niños pobres. Fue un trauma de segunda infancia difícil de olvidar, porque me recuerdo en verano, soñando con la dichosa mochila. Freud resucitaría para atenderme y pagarme por la consulta.
Pero, hoy, hoy queridos/as lectores/as, he confirmado la sospecha de que, bajo este techo en que ahora estoy, hay escalofriantes instintos asesinos. Porque aquí se ha asesinado a una mochila, una buena mochila. Esta mañana, cuando he entrado en la habitación para estudiar algo de Literatura, tal vez por casualidad, quizás por predestinación, he tropezado (esto ciertamente es una casualidad muy corriente en mi) con el saco de costura de mi madre. Entonces, contemplando todos los retazos de telas para hacer remiendo y chapucillas, he creído ver parte de la tela coloreada de Little Frankestein. Y, en efecto, ¿de qué otra cosa podría ser aquella tela? Palidecí. Allí estaba el trozo de tela con su nombre. Levanté la mirada y me fijé en la mesa de costura de mi madre. Tijeras. Agujas. Escuadras y reglas. Todos sendos objetos punzantes. Esa vieja máquina de coser y todas, las diecisiete cajitas con todo tipo de cosas necesarias. Mi mochila no se la habían dado a los niños pobres, a mi mochila la habían descuartizado atrozmente y enterrado en la misma habitación en que yo hacía los deberes.


Ahora graniza. Las piedrecitas de hielo vienen a estamparse sin elegancia a la ventana de la habitación del crimen y su descubrimiento.  Por cierto, esta habitación ha sido reconocida por expertos como Lugar Dado A La Meditación Y Melancolía, gracias a su acústica de los fenómenos meteorológicos y la reverberación de los altavoces del ordenador. Pero para mí es la habitación donde un día se asesinó. No me he vestido de negro, porque nunca he tenido, ni tengo, ni tendré algo negro que ponerme, pero las flores van bien para este momento. Ya no hay nada que podamos hacer, queridos/as lectores/as. Las cosas pasan, vienen y van; pero por muchas cosas que pasasen en ninguna comisaría se aceptaría una denuncia por sospecha de asesinato de mochila. Por eso, hoy estamos aquí reunidos, un domingo más, por el poder de Blogger que me ha sido concedido. Oremos ahora por esta mochila que nos ha abandonado para ir a un mundo mejor. By Carmen:D

domingo, 3 de marzo de 2013

Delicioso refrito dominguero.

Hola queridos/as lectores/as!!! Bueno, voy deprisita que el tiempo apremia. Los quince días que me quedan por delante serán para fenecer entre 12 maravillosas asignaturas, en las cuales, inexplicablemente, hay un examen malvado que está diciendo "ven aquí si te atreves", pero en realidad da igual que te atrevas o no, haceos a la idea de que tendré que hacer todos los exámenes resignadamente. Por ello igual no me da tiempo a escribir muuchoo....Pero hoy lo intentaré n_n.

Os adelanto los reveladores datos de la encuesta que acabo de cerrar:
A la pregunta de "¿Realmente crees que hay alguien incorrupto y honrado para asumir la presidencia de España (tú mismo también vales)? se han obtenido las siguientes respuestas:
-No. Lo único incorrupto y honrado que hay por aquí son los perros y así les va  (1 votos)            
-Sí, pues mira, a alguno/a conozco yo que tal vez...   (2 votos)                                                      
-Hombre, alguien tendrá que haber, tampoco estamos tan mal...   (3 votos)                                   
-Oigan, aquí me tienen, al servicio del bien del pueblo y la liberté. Este es mi número.

 (2 votos)
                                                                                                                                                  
La ganadora ha sido, con 3 votos, "Hombre, alguien tendrá que haber, tampoco estamos tan mal...."; lo cual revela que tengo unos lectorianos/as la mar de optimistas, pero, por favor, no os olvidéis de leer los periódicos. Sin embargo, las personas que saben de alguien (o de sí mismos) dispuesto a sacar al panorama de la basura son un total de 4, lo cual revela a su vez que hay lo necesario para ponerse a mejorar las cosas pero ya. Tan solo una persona lo da todo por perdido. Jamás pensé que alguien sería capaz de meterse con los perros. Tengamos en cuenta que hay un total de 8 votos y no sé yo si se pueden sacar conclusiones reveladoras después de preguntar a 8 personas de todas las que habitamos por estos lares de España. Pero dejemos ya las revelaciones, y relevemos este tema por uno más interesante...

Espero poder colgar pronto algunas fotos de las fiestas de mi instituto (Padre. Isla.), esas de las que os suelo hablar todos los años por las locuras y torpezas cometidas (por mi). De momento os dejo un vídeo que acabo de pillar y me lo he agenciado ("Hummm...no tengo nada más que ponerles junto con la encuesta...Pues les pongo esto y al que no le guste que se aguante). Se trata de la Historia de la Música ilustrada en una especie de cómic. Flipante de ver, dado que entre yo y las artes manuales (en este caso, el dibujo) no hay nada de filing. Además, aprovecho para recomendarse lo a mi profesora de Música: querida profe, aquí tienes un manera divertida de empollarse el canto gregoriano, el barroco, el clasicismo y sus respectivos compositores. Posdata: empiezo a sospechar que si vuelves a deleitar nuestros mortales oidos con el Concierto de Brandemburgo número dos en Fa Mayor a los excesivos decibelios con los que se escucha, tu simpatiquísima clase de tercero

Entre nosotros, mi libro de Historia de la Música da un poco de  miedo. Ha sido víctima de mis alteraciones mentales con tendencia a burla. A Vivaldi le han salido unas ojeras negras la mar de tétricas y en vez de un violín, tiene entre sus manos un cuchillo ensangrentado. Bach lleva un capirote con orejas de burro y tiene un mostacho exagerado. Mozart se ha convertido en Harry Poter porque tiene pintado un rayo en la frente y lleva el uniforme de Howars, con varita mágica y todo. Beethoven se ha hecho gótico: viste todo de cuero y tiene el pelo verde forforito, pero la cara sigue igual. Los ángeles músicos de los frescos renacentistas han cambiado sus liras y laudes por una batería y varias guitarras eléctricas. Y dad gracias que este año no tenemos libro de Historia. By Carmen:D
Por cierto....
Ya podéis leer los relatos y enteraros de todas las novedades del CLUB DE ESCRITURA CARTAPACIO, entrando en nuestro blog. ¿A qué estás esperando?