sábado, 19 de octubre de 2013

Pon un patito de goma en tu vida.

Hola queridos/as lectores/as!!! Tengo la enorme alegría de poder comunicaros que hoy vamos a hablar de patos. Sí, de esa maravilla de la naturaleza que vuela, nada y camina (quede claro que me chiflan los patos ;). Aunque, la verdad, yo tampoco esperaba que los patos fueran un tema que dieran tanto para hablar como una entrada entera. Bueno, pues resulta que sí.

¿He dicho patos? Quería decir patitos de goma, ya sabéis, como el que siempre tenía Epi. Si los patos son una cosa preciosa y adorable, los patitos de goma lo son también por extensión. Estoy segura de que si pusiéramos un patito de goma en todos los ascensores de este país, al menos la gente que para ir a trabajar baja en el ascensor sería mucho más feliz. Millones de patitos amarillos de goma mirándote con esos ojitos divertidos y sonriéndote...Quiero que me regalen un patito de goma por mi cumpleaños, por favor, lo digo aquí públicamente.

Además, hay que tenerles en cuenta a los patitos de goma su gran iniciativa, porque nada más ni nada menos que miles de estas aves de goma se han lanzado a la ría de Bilbao sin pararse a pensar en lo fría que podía estar el agua. Os explico. Hay una organización de nombre WOP (Walk On Project) que se dedica a divulgar, sensibilizar y ayudar en la investigación de las enfermedades neurodegenerativas. Organizan flashmobs, festivales de música, y ahora una estropatada. Qué bien suena, ¿no? Se trata de lo siguiente: tú eres una persona cualquiera. Y pagas cinco euro por un patito de goma, también llamado wopato. Esos cinco euros van para la recaudación de dinero para las investigaciones. Si resulta que tú eres una empresa, o algo con capacidad adquisitiva de patitos de goma suficiente para llegar a los 150 wopatos, te dan un wopatón, o patito de goma enooorme. Además, se pueden personalizar los patitos como quieras. El día 13 los bomberos tiraron al agua de la ría de Bilbao a los millones de patitos que competían por llegar el primero. Todos ellos se afanaron con mucho espíritu deportivo por ganar el premio, consistente en unas vacaciones en no se dónde de España y algo más. Imagináoslo: una marea amarilla de patitos de goma sonrientes deslizándose cómodamente por el agua. Qué espectáculo. Además, para que ningún patito desafortunado se perdiera, hubo piragüístas que cuidaron de que todos llegaran a la meta. Las personas que compraron los wopatos pudieron seguir la carrera de su patito a tiempo real, puesto que todos llevaban un microchip de geolocalización. No me digáis que no han puesto entusiasmo y esfuerzo.

A esta gente hay que concederles un premio, una condecoración o algo. Que no hablamos de promocionar los Oscar ni nada así, que hablamos de recaudar dinero para una organización bilbaina de ayuda a enfermos. Pues la verdad es que tienen que tener un sector creativo entre sus filas de afiliados de agárrate y no te menées, porque la idea de una regata de patitos de goma me parece lo más original, creativo, lleno de buen humor, altruista y optimista que he oído en bastante tiempo. No sé, es que ver a tantos patitos de goma juntos, con su inocente sonrisa, como que te alegra el alma y te dan ganas de apuntarte a todas las asociaciones benéficas.
Ale, solo era por contaros la noticia feliz. Os dejo info sobre la estropatada y sobre WOP. La verdad es que tiene cosas muy interesantes...Que alegría que todavía haya gente con toda esta ilusión en España. By Carmen:D



martes, 15 de octubre de 2013

"Posdata: puede que haya dejado el grifo sin cerrar."



Hola queridos/as lectores/as!!! Seré breve. Cartapacio (me refiero al único e inigualable Club de Escritura Cartapacio, por supuesto) a vuelto a la vida. Bueno, esto es un tanto incorrecto, porque en realidad nunca se fue de ella. O al menos a mi no me consta, tan solo por el momento, en mi lista de asesinatos. No, porque durante verano estuvo presente con lindas sesiones en parques públicos aunque, todo hay que decirlo, no tienen nada que ver con las originales.
Disponer de un aula cerrada a los ojos del mundo solo para este selecto club en el que se puede hablar, filosofear (perdón, quiero decir filosofar :P) de cualquier cosa es una maravilla. Eh, un momentito, que nadie entienda por la anterior frase "desmadre total sin que nadie se entere", de eso nada. Sencillamente es Cartapacio, y si queréis profundizar en el sentido de este sustantivo, adjetivo, verbo y adverbio, pues tendríais que asistir a las sesiones, que ya lo digo de paso, curan de todo mal que un adolescente con inquietudes pueda adolecer durante quince días.

Para la primera sesión (de la cual solo os puedo decir que fue bastante esperanzadora, y había el mismo nivelazo literario de siempre :) habíamos propuesto como formato del relato una carta. Mmm...sigo sin estar muy muy orgullosa de lo que he escrito, aunque he conseguido darle el toque By Carmen:D, y eso ya me llena de orgullo y satisfacción. ¿Os imaginabais otra cosa que una carta de suicidio? Aquí os la dejo, disfrutadla ^^. By Carmen:D
Pd: ruego disculpen las molestias por la regularidad de las entradas, pero el instituto es el instituto y yo soy yo, osea que solo tengo dos manos, una cabeza y veinticuatro horas al día.

A cualquier ser que forme parte de esa repugnante especie llamada raza humana, como por ejemplo, el casero:

Antes de nada, antes de que su voz autoritaria comience a bramar reclamando el orden y la serenidad que he osado robar, una vez más, de su vida, permítame decirle a usted, uno de los mayores imbéciles que he conocido, que he tenido la delicadeza de decantarme al fin por un suicidio no sangriento, como era mi deseo. He dejado el cuchillo de cocina para otra ocasión, y lo mismo con la pistola que debiera dejar mis neuronas repartidas por ahí. No crea que lo hago por condescendencia, ni mucho menos. Lo hago porque sería capaz de venir sacarme de la tumba solo para que le pague la alfombra manchada de sangre. Maldito cabrón. Pensandolo bien, debería haber escogido un suicidio que hiciera, además, volar la casa entera por los aires. Y vaya usted a reclamar el alquiler a quien le dé la gana.

Pero ya no quiero demorar un minuto más mi plan. Mientras lee esto mi cadáver estará delante suyo, en un estado de putrefacción tal que aventuro no le será nada grato a la vista. Míreme pues, alce los ojos del papel para ver mi piel blanca que apenas acoge restos de lo que parecen ser huesos; olfatee el aire con su cara de cerdito y adivine el hedor de la muerte impregnado en las cuatro paredes de su piso, un hedor que ni el más caro ambientador anunciado en televisión será capaz de borrar. Esta habitación ha muerto conmigo. Yo estoy muerto. ¿No le parece escalofriante? Puede que mis ojos sigan abiertos y le miren directamente a usted. ¿Sabe qué le dicen? Que jamás conseguirá alquilar de nuevo este piso. Yo me encargaré bien de ello.


Se preguntarán por qué lo hice. Dígales que acababa de sufrir un atroz desengaño amoroso, que se me había acabado el dinero para pagarme la droga, que mi vida no tenía sentido, o que cuando olvidaron felicitarme por mi décimo cumpleaños me causaron un trauma infantil como la copa de un pino. Oiga, dígales lo que mejor le parezca, lo que más vergüenza les dé, lo que más los aleje de mi tumba hasta en el día de los difuntos. Sé que está en su naturaleza inventar cosas de este tipo, así que espero que no me defraude.
Sin embargo a usted quiero contarle la verdad. ¿Por qué? Porque me apetece. Porque sé que se quedará pegado al papel, buscando hasta el último momento la línea donde diga en qué descampado he escondido mi inexistente fortuna. Voy a hacer algo por usted y decirle que se desengañe, que soy tan pobre como parezco, y los retrasos en el pago ya deberían de indicárselo. También podría pensar que me suicido porque me encuentro ahogado en una pobreza de la que no veo salida alguna. Pero tampoco, normalmente la mayoría de los suicidas nos suicidamos porque descubrimos que en el orden natural de las cosas ocupamos el último lugar.
En mi caso la situación tiene algún matiz más: no aguantaría otro día en este mundo. Verá he llegado a la conclusión de que no le importo a nadie, de que no tengo voz alguna en el curso de las cosas y mucho menos de mi vida; y que, ciertamente, poco importa que viva o muera. De cualquiera de las dos formas, nadie me escuchará. Además, después de tantos ratos de reflexión me he dado cuenta fatalmente de que todo lo que el ser humano toca lo estropea, y de que no habrá manera alguna por la que una utopía pueda ser realizada. Y como yo soy un soñador impenitente y me revienta tanto ser consciente de ello, pues me voy a suicidar.

Así son las cosas y no le dé más vueltas, que no es para tanto, no dramaticemos. Ya ve, si es que es la misma historia aburrida y melodramática de siempre. Lo único en lo que he querido permitirme perder el tiempo ha sido en la forma de suicidio, porque, ya que me voy a matar, me gustaría matarme bien, que todos puedan apreciar los detalles de la operación, y no que lleguen y se encuentren con un cuerpo dormido y un bote de pastillas al lado. He querido que sea un espectáculo, que condense todo lo que siempre he querido decir y nunca he podido.

Como puede constatar, mi nariz sigue siendo roja, los guantes de un blanco sucio y el traje de rayas sigue siendo mi vestimenta. Pero, acérquese a mirar: están recién lavados. Un lindo detalle, que no estamos para morirnos y que nos tengan luego que duchar. Además, tantos años de profesión, tantos días de lluvia encerrado en una caja invisible para los demás…bah, algo de melancolía, eso es todo. A mi me gusta mi oficio. Puedo llegar a presumir de que tengo vocación de mimo: ese monólogo angustiado con un mundo que al final, niños incluidos, pasa de ti. Al fin y al cabo, ¿Qué otro trabajo le vendría mejor a un mudo que el de mimo? Es esa deprimente tarea que me ocupa desde mi más dulce juventud: las ganas vitales de gritar, de hablarle a tu entorno aunque solo sea para decirles que acabas de ver las preguntas del examen de matemáticas. Es cierto que sí que ha habido gente que me ha escuchado, y con la que he trabado buena amistad, pero el común de los mortales no sabe hablar lengua de sordomudos cuando te los encuentras por la calle. No extrañará entonces mi carácter introvertido, un tanto misántropo y propicio a reflexiones avocadas a acabar en el suicidio. Aunque ahora me retracto de lo radical de mis pensamientos, sigo manteniendo que al ser humano le vienen grandes sus ropas de ser humano.

Vaya, que tampoco a eso hay que darle más importancia, que me suicido porque sí y punto, a ver si en este país uno no se puede suicidar en paz, demonios. Pasemos a la parte de la que estoy más orgulloso. Le relataré con algo de soberbia la idea de mi muerte: He usado ese armario empotrado en la pared, esa especie de trastero sin ventanas ni conducto de ventilación alguno como lecho de muerte. Como puede comprobar, lo he vaciado de todo objeto que pudiera contener, a excepción de un libro más que voluminoso. Cuando acabe de escribir esto me encerraré dentro del armario y luego romperé la llave. Sin agua, sin comida, sin nada, solo ese libro para matar el tiempo antes de que este me mate a mi. Porque de eso se trata: de sentarme a esperar entre mi silencio cotidiano, a que me muera de hambre, de sed, de asfixia, claustrofobia, aburrimiento o lo que haga falta. No se pregunte cuanto tiempo me llevará esto porque ni yo mismo lo sé. Pero calculo que las quinientas páginas del libro valdrán de sobra. Se trata de la mejor recopilación de relatos cómicos y chistes que he encontrado en el mercado. Sí, exacto, para reír a carcajada limpia. ¿Entiende la ironía? Mi muerte estará rodeada de una sonrisa burlona, de unos pulmones bien aireados y de una risa que evidencia mi felicidad sin sonido, pero moriré feliz.

Como nadie acostumbra nunca a preocuparse por mi cuando paso largas temporadas sin salir del piso, tampoco espero que lo hagan ahora. En cierto, hasta mis vecinos serán culpables de mi muerte. Porque si me oyeran gritar, sollozar, implorando ayuda arrepentido de mi decisión, algún curioso entraría y acabaría por sacarme de mi encierro. Sin embargo, por mucho que en un arrebato de cobardía decida preferir la vida a la muerte, por mucho que mis cuerdas vocales clamen por la salvación, nadie me oirá. Siendo consciente de este punto, sabiendo que soy mi peor enemigo y mi mejor aliado, me he dicho: “Morir de risa, ¿por qué no? Quien sabe, tal vez en vez de gritos angustiados y temerosos, serán frescas carcajadas silenciosas. Quien sabe, tal vez sea el primer suicida que muera tan espontáneamente feliz. Nunca lo sabremos, pero yo guardo la secreta esperanza de así sea. Y que sirva de lección para todos los demás.



                                                        PUNTO FINAL.

domingo, 13 de octubre de 2013

Apelo a la Libertad.

Hola queridos/as lectores/as!!! No sé, yo creo que deberíamos hablar de los dos años de este blog, como se supone que se hace cada vez que hay un aniversario importante. Pero, siendo sincera, ¿sabéis que pienso? Que no es un aniversario importante ni siquiera para que coja el Photoshop y me ponga a hacer algún cartelillo. Vamos, la actividad bloguera y cualquier otra que los jóvenes tenemos que compatibilizar con los estudios, se han quedado petrificadas en el tiempo y el espacio. Parón absoluto, huida de los lectores y los escritores. Viendo entonces que estamos así, más bien cuatro gatos, permitirme que bajando la voz os diga que me voy a saltar los convencionalismos.

El rumbo, ninguno. La opinión, escasas certezas de momentos de lucidez. Los temas, puede que incendiarios, puede que discretos. La música, creativa. Las referencias, poco menos que rebeldía y algo de crítica que terminó en suicidio. Pero empecemos ya el fuego cruzado. ¿Cómo empezar? No estoy segura.
Apelo a la libertad. Entendedme, es tan sumamente fácil apelar a algo tan abstracto y subjetivo como la libertad, es algo tan tentador, que no me he podido resistir. Apelo entonces a la libertad y teniendo en cuanta que esto es una mera opinión mía, tomo también la voz y el voto de las personas que se identifiquen con esto. Ayer fue 12 de octubre. Ya sabéis, el día de la Hispanidad y todo eso. Colón desembarcando de su carabella, los marineros medio muertos de escorbuto y de mal rollo con el capitán, y un puñado de indios con cara de pez a los que en ese momento se les pasó por la cabeza cualquier cosa excepto que pasarían los siguientes siglos a la sombra de aquella gente barbuda. Si se tiene un poco de humor y un libro de Historia por casa, como es mi caso, pues será fácil empezar a hacer trueques en los hechos históricos como quien hace un puzle mal, forzando las piezas. No sé, ¿y si los indios dejan la reacción pacífica para otro día y se comen con hojas de cacao a Colón, a la sombra de los árboles de una isla que nunca será llamada La Española? ¿Y si los marineros ven tanto futuro entre los brazos de las indias que se niegan a volver a España? ¿Y si a la reina Isabel le parecen tan feos esa nueva gente morena que no quiere saber nada de ser su reina? ¿Y si todas las monedas de oro que hacen con los metales preciosos traídos de América se convierten de repente en monedas de chocolate?

Bien, exceptuando la última opción, lo demás me parece bastante factible. El caso es que fue una fecha muy importante y todo eso. Día del que todos los patriotas de este país disfrutan ampliamente. Y me parece genial, apelando como he apelado antes a la libertad. Sin embargo quiero reclamar el derecho que tenemos grandes cantidades de personas a no sentirnos tan intensamente ligados a ninguna patria. O al menos a ninguna patria que se corresponda a un determinado país, con su Historia, tradiciones y demás. El que precisamente yo, yo y no otra persona naciera en mi lugar es cuestión de suerte, al igual que es cuestión de suerte que haya nacido en España y no en Manhattan o Indonesia. Yo me considero Ciudadana del Mundo, y casi que tampoco del todo. Para mí todos los países tienen cosas buenas y malas que ofrecer, en todos ellos ha habido auténticos genios, todos ellos tienen una Historia, una cultura, unos paisajes y unas tradiciones interesantes. No hay ningún país que carezca de estas cosas. Así pues no me ligo a ninguno. Mi nacionalidad es española porque he nacido aquí, y disfruto conociendo cosas de mi país o admirando sus paisajes, pero a la vez soy consciente de que paisajes así de bonitos y más ahí por todo el mundo. Podríais decir: "Sí, pero tú eres española y tus paisajes son los de España." ¿Acaso entonces los paisajes, las tierras que veo son mías por el ridículo hecho de nacer en ellas? No. Yo he nacido dentro de los márgenes de un planeta, y por todo ese planeta hay millones de personas, de seres humanos, con  los que comparto casi todo. Por tanto, si tengo, tenemos, "hermanos" por todo el mundo...¿Por qué demonios encerrarnos en las fronteras de "nuestro país", protegerlo de "enemigos" que nos lo quieren destrozar, y "conquistar" (robar)  otras tierras?

Y esto se hace en todo los países, no solo aquí, ni mucho menos. El sentimiento de pertenecer a algo, a algún sitio, es un sentimiento de lo más humano, necesario y alienable. Pero sin pasarse. Sin pasarse porque entonces se acabo lo de apelar a la libertad. Entonces empezamos con las guerras, los conflictos, los odios, el racismo y lo único que hacemos es apelar a nuestra propia libertad pero no a la del vecino. Entonces dejamos de ser PERSONAS y somos "españoles", "americanos", "palestinos", "coreanos" o lo que haga falta. Gente. MASA. Que puede perder fácilmente los parámetros de lo que está bien y lo que está mal, del respeto y el amor al prójimo, enardecidos por el sentimiento de multitud y unidad bajo un bandera. ¿Acaso no es eso una masa de gente como cualquier otra, que conducida con agilidad por la persona equivocada pueda acabar en un auténtico desastre? 

No. No hay que pensar en la gente que vive en tu país como tus hermanos y los que alguna vez se atrevieron a invadirlo como enemigos. España está formada por muchísimas culturas y etnias diferentes, partiendo de las más importantes que son la cristiana, la musulmana y la judía. España fue musulmana durante 700 años. Y está a la vista de todos que esto trajo más cosas buenas que malas. En ese caso, que nadie diga que España es solo cristiana, porque se está equivocando. Porque si pones un crucifijo encima del encerado de una clase, presidiendo a treinta chavales, lo que estás haciendo es decir que los treinta chavales comulgan con lo que el crucifijo representa, y eso es, a todas luces, mentira. De esos treinta chavales cada uno es una mezcla de muchas cosas y opiniones en todos los temas (ideología, religión...) y si se quisiera que todos estuvieran contentos habría que llenar toda la pared con símbolos de cada creencia. Es mejor que no haya nada. ¿Nada? No, sí que hay. La nada, el vacío de una pared representa el respeto que hay entre cada chaval, cada país, ya que aunque pueden ser extremadamente divergentes en sus ideas, se respetan puesto que son conscientes de que el mayor lazo que hay entre ellos los une, y no los separa, y es el de que son PERSONAS.

Así que apelo a la libertad, al compendio de derechos básicos que todos poseemos por ser PERSONAS, a la obligación moral que tenemos de ayudarnos entre nosotros, sin importar las fronteras porque somos PERSONAS. Y apelo a ello como último recurso tras comprobar horrorizada como simples rayas pintadas en un estúpido mapa de colores son capaces de llevar a la muerte a centenares de personas. Y eso no es lo peor. Lo peor es que otros centenares de personas dejaban tranquilamente que se murieran, que se hundieran en el mar. ¿Y todo por qué? Todo porque está prohibido ayudar a los inmigrantes ilegales de África. Espera. ¿Los qué? Ah, sí. Los inmigrantes ilegales de África. ¿Acaso no son PERSONAS? Como tú, como yo, exactamente iguales. ¿Acaso puede ser una persona ILEGAL?

 Ved hasta qué cotas hemos llegado. Y la cantidad de personajes que se revuelven en su tumba al enterarse de estas noticias. Yo no tengo nada que celebrar. Hacedlo vosotros por mi y os lo agradeceré. Pero yo no tengo ningún patriotismo que celebrar mientras sepa que este causa abismos que separan a las PERSONAS de las PERSONAS, dentro y fuera de un mismo país. By Carmen:D

Posdata: ya sabéis lo que os hace falta para comentar en esta entrada, a favor o en contra. Paz, amor, respeto, comprensión, tolerancia. La libertad de expresión es vuestra, usadla bien.