
Yo estaba escribiéndoos cuando empezaron a echar esta película en la tele. Recuerdo vagamente haberla visto hace siglos, de niña, y decidí repetir. Incluso luché por el mando, increíble. Al final dejé de escribiros y me dije que antes de nada haría la reseña. Voy a hablaros de la película.


Son una panda de fracasados. Perdedores. Conflictivos. Desestructurados. Anormales. Extraños. Amargados. En su camino solo hay piedras. Son una familia. Me encantan, son unos personajes fantásticos, condenados a perder, una serie de problemas acumulados en los límites de la familia, que tiene que mantenerse unida y continuar. Sabéis lo que adoro todas esas situaciones, los personajes amargados, las cosas que van mal...También que soy capaz de darles el fracaso tranquilamente, que seguirán siendo igual de problemáticos, pero no sin un guiño de esperanza. Y eso es exactamente lo que pasa con esta película.
Cuando Olive se entera de que puede participar, ella y toda su familia se traslada desde Alburqueque hasta California en una vieja Volkswagen amarilla. Recorreran medio país entre disgutos y buenos ratos para que su hija no sea una perdedora y consiga su sueño. Discutirán y se apoyarán mutuamente. Vencerán todas las dificultades que les pongan en el camino, aunque tengan que cargar con las heridas para siempre. Y nunca dejarán de ser perdedores. Las cosas les irán mal y sabrán que se necesitan los unos con los otros. Lo digo así porque sobre esta película no permitiría jamás poner algún spolier. Confiad en mi, pasan muchas cosas.
Cuando llegan a las pruebas, cuando consiguen apuntarse a última hora, cuando Olive está a punto de salir al escenario, todos se dan cuenta de que si sale al escenario a competir contra aquellas artificiales barbies que son las demás chicas, será el hazmereír, será una fracasada. Olive, con sus grandes gafas, gorda y con es curiosidad en la mirada no pinta nada allí. Quieren evitarlo para que la pequeña no se sienta humillada, pero la madre les convence de que lo que piensen los demás da igual, Olive tiene que ser Olive. Y ella es así.
Cuando sale a actuar, a poner en escena el número que ha ensayado tanto en secreto con su abuelo, el escándalo es aún mayor. La gente se horroriza. Quieren detener la actuación, pero nuestra adorable familia conflictiva sube al escenario rompiendo todas las normas para unirse al escándalo y apoyar a su hija. Y rién. Y todo el mundo piensa que están locos y que son una familia desestructurada, pero ellos se ríen.
Y ya está. No gana, eso no es un spolier, lo sabemos todos desde el primer momento. Son unos fracasados, son ellos. Pero el final que hay es el estilo de "finales felices" que a mi me va. Es una road-movie que narra una carrera contra-reloj, con buenos toque de humor y momentos duros, que habla de que hay que intentar superarse. Hay que perseguir los sueños, y lo que digan los demás da igual.
"El verdadero perdedor no es aquel que no gana. El verdadero perdedor es aquel que tiene tanto miedo a perder que ni siquiera lo intenta."Me gusta esta película. Me gusta mucho, porque se parece a lo que escribiría si hiciera guiones de cine. Para mi los personajes son adorables, piezas conflictivas únicas. Cuando acaba te deja con una sonrisa en la cara y te hace pensar.
Con gran ilusión la veré, que buen argumento, muchas ganas de verla, la apunto a mi lista de my films!! Saludos, un placer vagar otra vez por tu mundo y encarecidamente te doy las gracias. Un gran saludo. ;)
ResponderEliminarPDT: ESpero quE nOs veaMos muy prOntO.
Ya me contarás qué te parece^^)
EliminarBah, déjate de tantas gracias y pásalo bien por aquí XD.
Nos vemos:)